Una rotura de menisco es una de las lesiones de rodilla más comunes y se presenta no solo en deportistas, sino también en quienes usan sus articulaciones de forma activa. Sin embargo, ¿has oído hablar del yoga, un método tradicional que se traslada de la mente al cuerpo y su capacidad para involucrar no solo... proceso de recuperación ¿Pero también contribuye a la longevidad de tus rodillas? Esta charla profundiza en el yoga como la forma más considerada de reparar un menisco roto, ofreciendo una combinación de testimonios de expertos, evidencia científica y las posturas de yoga que contribuyen a tu recuperación.
¿Qué es un menisco desgarrado?
El menisco es un fibrocartílago en la articulación de la rodilla que actúa como amortiguador y estabilizador. También se encuentra entre el fémur y la tibia, donde actúa como amortiguador. El desgarro del menisco se produce cuando el cartílago se daña al levantar objetos pesados o de forma repentina. Los síntomas de esta afección incluyen dolor, inflamación y limitación del movimiento, lo que puede afectar significativamente la calidad de vida.
El menisco es una estructura difícil de sanar debido a su naturaleza vascularizada, pero esto no significa que no pueda curarse por sí solo. En casos muy graves, la cirugía es la primera opción. Sin embargo, muchas personas se benefician de tratamientos conservadores como la fisioterapia; incluso se puede descansar, y el yoga puede obrar milagros.
¿Cómo ayuda el yoga a la recuperación del menisco roto?
El yoga no sólo consiste en ejercicios de flexibilidad También implica la práctica de equilibrar el cuerpo físico, lo que promueve la fuerza, la claridad mental y la flexibilidad. Los movimientos y ejercicios del yoga son controlados, lentos y fluidos, lo que puede facilitar la estabilidad de la rodilla. Además, pueden aliviar el dolor de las rodillas inflamadas y mejorar la condición de la articulación afectada.
Beneficios clave del yoga para la recuperación del menisco desgarrado.
1. Mayor flexibilidad: Estírate durante un período más prolongado en tus articulaciones y este ejercicio suave permitirá que tu cuerpo se mueva mejor y duela menos, incluso después de haber sufrido una lesión.
2. Más fuerza: Una rodilla más fuerte no solo te ayudará a superar las actividades regulares de su vida diaria sin ninguna dificultad, sino que también desencadenará el proceso de recuperación y evitará que lesiones similares vuelvan a ocurrir.
3. Mejor circulación sanguínea: El yoga es el líder natural de todos los procesos de curación porque es la mejor manera de garantizar que la sangre llegue a las células en la cantidad adecuada.
4. Sin estrés: Tu práctica será mejorar el sincronismo entre el espíritu y el cuerpo, así podrás comprender fácilmente las necesidades naturales de tu cuerpo y evitarás cualquier acción que pueda empeorar la condición.
Perspectivas de expertos: entrevista con un fisioterapeuta.
Para una mirada en profundidad al tema de una lesión como un menisco desgarrado y cómo se puede solucionar a través de yoga que puede ser bastante beneficioso, decidí ponerme en contacto con la Dra. Sarah Johnson, fisioterapeuta y especialista en lesiones deportivas.
“El yoga puede ser una excelente opción terapéutica adicional para un menisco roto, además de la fisioterapia tradicional. En particular, los movimientos lentos del yoga, que trabajan activamente los músculos que rodean la articulación de la rodilla sin presionar el menisco, son muy adecuados. Es fundamental que la práctica del yoga se ajuste a las limitaciones individuales, especialmente en las primeras etapas de la recuperación, afirmó el Dr. Johnson.
También subrayó la importancia de colaborar con un instructor de yoga certificado o un fisioterapeuta familiarizado con su condición para asegurarse de que no haya actividades que puedan agravar los desgarros.
Las mejores posturas de yoga para la recuperación del menisco roto.
Algunas asanas de yoga no son adecuadas para personas que sufren desgarros de menisco, especialmente al principio. período de recuperación. Sin embargo, existen algunas posturas seguras y efectivas que pueden alargar y fortalecer fácil y suavemente los músculos circundantes.
1. Postura de la montaña (Tadasana).
Es una postura básica, que proporciona el punto de referencia del cuerpo para minimizar las perturbaciones y construir la alineación corporal.

– Cómo hacerlo: Ponte de pie con los pies juntos o separados a la anchura de las caderas. Contraiga los músculos de los muslos y levante suavemente las rótulas. Distribuya el peso uniformemente entre ambos pies. Estire la columna y extienda los brazos por encima de la cabeza. Mantenga la posición de 30 segundos a un minuto, concentrándose en el equilibrio y la estabilidad.
2. Postura del puente (Setu Bandhasana).
Al hacer este estiramiento, fortalecerás tu rodilla y los músculos que la rodean, pero ten cuidado de no lastimarte.

– Cómo hacerlo: Acuéstese boca arriba con las rodillas flexionadas y los pies separados a la anchura de las caderas. Presione los pies contra el suelo y levante las caderas hacia el techo, manteniendo los hombros y la cabeza apoyados en el suelo. Mantenga la posición durante 30 segundos y luego baje lentamente.
3. Postura de las piernas arriba de la pared (Viparita Karani).
Esta postura logra dos cosas a la vez: aumenta el flujo sanguíneo en las piernas y las rodillas y reduce la inflamación al mismo tiempo.

– Cómo hacerlo: Tu costado debe estar junto a la pared. Luego, con la cabeza y la columna aún apoyadas en el suelo, estira las piernas hacia arriba. La postura debe durar de 5 a 10 minutos, concentrándote en respirar profunda y profundamente.
4. Postura de la silla (Utkatasana).
Esta es una postura que, si se realiza con regularidad, fortalecerá los cuádriceps y el centro del cuerpo, que sostienen la estabilidad de la rodilla.

– Cómo hacerlo: Puedes mantener los pies juntos o ligeramente separados. Respira hondo y luego eleva los brazos hacia el techo. Exhala y haz una sentadilla, como si estuvieras bajando la espalda en la silla invisible. Mantén el pecho elevado y el peso en los talones. Mantén esta postura de 20 a 30 segundos.
5. Guerrero apoyado II (Virabhadrasana II).
La actividad que evoca la Palabra Guerrero en el título fortalece los músculos de las piernas y las caderas y en el momento adecuado de la ejecución, el equilibrio y la conciencia corporal del ejecutante también mejoran cada vez más.

– Cómo hacerlo: Separe los pies lo más posible. El pie izquierdo debe estar ligeramente girado hacia adentro y el derecho hacia afuera. Relaje los músculos de la rodilla derecha, manteniéndola firmemente en posición de mesa. Mantenga los brazos separados a la altura de los hombros. Cambie de lado cada 20 segundos, apoyándose en una pared si es necesario.
La ciencia detrás del yoga y la recuperación del menisco.
Diversos estudios de investigación han demostrado el papel único del yoga en la rehabilitación de lesiones articulares, como las roturas de menisco. Un estudio de 2016, cuyos resultados se publicaron en el Journal of Orthopaedic Research, reveló que los ejercicios y movimientos suaves tienen el potencial de contribuir significativamente a la flexibilidad articular y la fuerza muscular, siendo ambas indispensables en el proceso de curación.(1)
En adelante, la revisión de 2020 del Journal of Bodywork and Movement Therapies destacó las ventajas del yoga en la rehabilitación musculoesquelética. Los movimientos controlados y conscientes que se emplean en el yoga ayudan a prevenir cualquier daño adicional en la parte lesionada y, por lo tanto, a acelerar la recuperación. Al enfatizar la alineación adecuada y las sensaciones corporales, el yoga puede ayudar especialmente a prevenir nuevas lesiones durante el proceso de curación.(2)
Hecho científico: “El cartílago meniscal no se cura bien por sí solo, pero los tejidos cercanos, cuando se fortalecen y se movilizan, pueden brindarle a la rodilla soporte adicional y reducir la posibilidad de daños mayores”.”
En resumen.
Practicar yoga durante la recuperación de una rotura de menisco es un proceso lento pero seguro, paso a paso, que requiere esfuerzo, tiempo y equilibrio. Practicar yoga puede ser una forma bastante suave de brindar soporte a la rodilla sin forzar su recuperación, además de proporcionar flexibilidad y fuerza. Incluso con la supervisión de profesionales de la salud, el yoga se considera una herramienta eficaz para la recuperación mediante la práctica regular, consciente y concentrada.
Al incorporar el yoga a tu rutina, no solo cuidas tu rodilla, sino que también te permite conocer mejor tu cuerpo. Además de los beneficios físicos, también experimentarás sanación emocional y psicológica, reducción del estrés y una mayor sensación de bienestar.
+2 Fuentes
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- Efecto del ejercicio moderado sobre la osteoartritis; https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC10026061/
- El yoga cíclico mejora los índices antropométricos; https://www.bodyworkmovementtherapies.com/article/S1360-8592(24)00521-7/abstract
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20 de julio de 2025
Escrito por: Shirin Mehdi
Revisado por: Inga Grebeniuk-Gillyer
Escrito por: Shirin Mehdi
Revisado por: Inga Grebeniuk-Gillyer
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